CMATI

El Convenio Europeo del Paisaje (Consejo de Europa, 2000) definió el paisaje como “cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos.”, poniendo así la tilde en el carácter global del paisaje, y en el papel fundamental que en ella juegan las intervenciones humanas.

Desde el mismo momento en que el ser humano comenzó a habitar el territorio comenzó su transformación, inicialmente a consecuencia de actividades elementales relacionadas con el aprovechamiento básico de los recursos naturales, para ir sucesivamente desarrollando operaciones e intervenciones cada vez más complejas, de forma que las huellas del hombre sobre la naturaleza fueron acumulándose, y como resultado de ellas podemos hablar, por ejemplo, de “paisajes agrarios” o “paisajes urbanos”.

A pesar del paso del tiempo y la introducción de técnicas y procedimientos cada vez más desarrollados, determinadas actividades humanas siguen siendo conceptualmente las mismas que hace siglos. Una de ellas es el aprovechamiento de los recursos minerales, que continúan a ser necesarios para cubrir las demandas de la sociedad.

La explotación de los recursos minerales implica en determinados casos una transformación importante de la morfología del territorio, y por tanto del paisaje, como también lo hacen otras muchas actividades humanas. Una de las particularidades de los cambios en el paisaje que introducen las actividades extractivas es que son susceptibles de ser restaurados mediante soluciones basadas en la naturaleza, lo que permite, en definitiva, que la huella final no solo se vea reducida, sino que incluso pueda acercar nuevos elementos de composición paisajística.

Esta guía ofrece criterios y recomendaciones para su aplicación en los sucesivos procesos que implican las actividades extractivas de recursos minerales, desde la fase de exploración o investigación, el proyecto y la explotación, hasta la restauración final.

El contenido de la guía conjuga una introducción general a la caracterización geológica de Galicia y al sector minero con referencias y soluciones técnicas más detalladas, e incluye asimismo una serie de ejemplos que muestran como las buenas prácticas de explotación y de restauración permiten alcanzar buenos resultados de integración paisajística.

La Guía de buenas prácticas para la integración paisajística de las actividades extractivas se enmarca en la colección Paisaje Gallego, de la que hace su noveno número. Con estas publicaciones a Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda pretende ahondar en el estudio y explicación de buenas prácticas para la integración paisajística, así como cumplir también una función divulgativa muy necesaria para que todas y todos comprendamos mejor los valores de nuestras paisajes y avancemos hacia suya adecuada protección, gestión y ordenación.